El estrés es capaz de causar efectos negativos en el organismo, y también en la boca. La salud bucodental guarda relación con el estrés, comenzando por la posibilidad de incrementar el riesgo de caries al generar mayor acidez en la saliva, lo que afecta el esmalte.

El estrés también puede causar que los dientes sufran y esto debe ser explorado por el dentista. Por este motivo, si existe alguna incomodidad es recomendable acudir al odontólogo ya que la boca puede tener también complicaciones.

Otro problema derivado del estrés es el bruxismo. Esta afección bucal se da en la gran parte de las veces, al apretar o rechinar los dientes de informa involuntaria, generalmente esto sucede cuando se duerme.

Además, algunas personas con estrés suelen presentar llagas en la boca y no comen correctamente. Estos problemas son los que el dentista debe explorar antes de que el problema sea más grave.

Asimismo, el estrés también puede provocar la disfunción de la articulación temporomandibular. Esto consiste en apretar los músculos de los dientes y de la mandíbula de forma inconsciente y esto no es nada bueno.

Cuando existe estrés, en primer lugar, se debe controlarlo para evitar que cause problemas mayores ya conocidos tanto en el cuerpo como en la boca. Y, en segundo lugar, acudir al dentista para que revise la boca y confirmar que todo está correctamente.